jueves, 12 de marzo de 2015

INTOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN: 5 ASPECTOS SOBRE ELLA.


Tolerancia a la frustración. Que es, técnicas, cómo mejorarla.

La intolerancia a la frustración es un problema que puede darse tanto en adultos como en niños, pero suele preocupar más cuando se da en los primeros años de vida. Muchos padres, cuyos hijos no toleran la posibilidad de que sus deseos no se cumplan, terminan buscando ayuda psicológica. ¿Sabemos lo que es? ¿Cómo podemos hacerle frente? Contestar adecuadamente a estas preguntas nos permitirá abordar la situación de manera óptima y adaptativa.



¿Que debemos saber sobre la TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN?


1.¿QUE ES LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN?

La tolerancia a la frustración es una vivencia emocional que se da cuando un deseo no se cumple. 

Surge cuando existe un problema que nos impide subsanar una necesidad (ya sea real o creada por nosotros mismos). Este problema evoca unas determinadas emociones, que pueden ser positivas o negativas. En función de ello, estaremos hablando de tolerancia o intolerancia al deseo frustrado. 

Si las emociones que evocan dicho problema son adaptativas y no suponen problema en su comportamiento, estaremos hablando de TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN.

Si las emociones que evocan dicho problema no son adaptativas y provocan problemas en su comportamiento, estaremos hablando de INTOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN. 

Ejemplo:

Problema: El niño quiere seguir viendo la televisión, pero debe irse al colegio.

Emociones que puede provocar dicho problema

Rabia.
Enfado.
Tristeza.
Ansiedad. 

Conductas que evocan estas emociones:

Rabietas.
Pasotismo.
Agresividad.

Este es un caso de INTOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN, porque el niño no reacciona bien al problema que se le ha presentado. 

La intolerancia a la frustración se centra en las reacciones que el niño tiene ante el problema, no en el problema en si. Los problemas son inevitables; los tendremos a lo largo de toda nuestra vida, así que, si evitamos que nuestros hijos los tengan, no estaremos educándoles en base a lo que en un futuro el sistema les va a presentar. 

Por tanto, la TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN es la capacidad de afrontar los problemas de manera positiva, sana y adaptativa. 


2-¿QUE CARACTERÍSTICAS TIENEN LOS NIÑOS CON INTOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN?

Generalmente, se trata de niños que: 

-No controlan su impulsividad
-Tienen rabietas cuando no consiguen sus objetivos.
-No pueden controlar sus emociones.
-Sus pensamientos son muy extremistas (blanco o negro).
-Intentan mandar sobre los demás, incluso sobre figuras de autoridad. 

3-¿POR QUÉ ES IMPORTANTE ENTRENAR LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN?

La tolerancia a la frustración debe entrenarse desde que los niños son pequeños, cuando sus deseos aún no tienen demasiada importancia en su vida posterior. De esta manera, aprender a tolerar la frustración ante deseos como "querer un caramelo" o "subir al brazo de los padres" pueden ser considerados como "ensayos" ante problemas futuros mucho más graves. 

La intolerancia a la frustración puede traer problemas futuros, más graves a medida que el niño vaya creciendo y adquiriendo responsabilidades. Por ejemplo, en edades adultas, una mala gestión de un problema puede traer problemas laborales, sociales e incluso judiciales. 

Además, puede traer problemas de conducta graves, que si no se tratan, pueden dar paso a trastornos conductuales y del estado de ánimo.


4.¿QUE PUEDO HACER SI MI HIJO NO TOLERA LA FRUSTRACIÓN?

Si estás en este punto y tienes el caso en casa, lo primero que debes hacer es no preocuparte en exceso. La tolerancia a la frustración es una actitud, y como todas las actitudes, puede entrenarse

Este entrenamiento se basa en técnicas conductuales, tales como:

-Ofrecer al niño buenos modelos a seguir. Los modelos más próximos e influyentes para el niño son sus padres. Si sus padres no toleran la frustración, el niño aprenderá a no tolerarla. Es importante no hablar mal delante del niño ante problemas que podamos tener, así como dejar de usar las palabras y frases que queremos que el niño no diga. Si, en medio de una de sus rabietas, nosotros tenemos otra, no conseguiremos que se calme. 

-NO EVITAR EL PROBLEMA PARA EVITAR LA RABIETA. Si evitamos el problema para ahorrarnos el mal momento de la rabieta, lo único que estaremos potenciando será la intolerancia que queremos erradicar; el niño no aprenderá a solucionarlos. En vez de ello, debemos dejar que sea él el que se enfrente a ellos, aunque en un principio le cueste y tengamos que pasar por ello. Con la experiencia, aprenderá a llevarlos mejor. 

-Ante algún problema que desencadene una intolerancia a la frustración en el niño, deberemos ayudarle a que sepa que emociones está sintiendo. De esta forma, en problemas posteriores, podrá reconocerlas; este será el primer paso para intentar cambiarlas. Esto es lo que se llama inteligencia emocional. 

-Si desarrolla una rabieta, deberemos retirarle completamente la atención hasta que el niño se calme. Cuando el niño sea consciente de que no le prestamos atención, la rabieta empeorará; es normal y no debe hacer cambiar la técnica. Aunque tarde en calmarse, terminará haciéndolo. Será entonces cuando nos acerquemos a él, con tranquilidad y buenas palabras, nos agacharemos a su altura y le haremos ver que es mucho mejor estar tranquilo que estar nervioso ("¿Ves, que bien estás así de tranquilo?" "Es mejor estar tranquilo que nervioso") y le explicaremos que debe hacer la próxima vez para no volver a enfadarse y pasarlo mal.

-Empezar a darle pequeñas responsabilidades, en función de su edad y características, e ir aumentándolas a medida que vaya respondiendo bien a ellas. El cumplimiento de estas responsabilidades debe tener unas consecuencias (buenas, si el niño lo ha hecho bien; mejorables, si el niño lo puede hacer mejor). 

-Es importante enseñarle, también, que en caso de no poder realizar una tarea en solitario, pueda pedir ayuda (y ofrecérsela). Cuando esto ocurra, nuestro papel será el de ayudante, dejando que sea él el que maneje la situación. 

-Enseñarle técnicas de relajación, en función de aquellas conductas que le relajen. Por ejemplo; si nuestro hijo se relaja cantando, le animaremos a cantar cuando se avecine un nuevo episodio, aunque no le diremos nada que haga referencia a la posible rabieta que está a punto de desencadenarse.

-El refuerzo es mucho más potente que el castigo. Es mucho mejor reforzar que castigar. No castigues conductas que no tienen importancia, pero refuerza todas las buenas conductas que realice el pequeño (tengan importancia o no). Aprovecho la ocasión para enlazarte un muy buen post que te servirá de mucha ayuda: "5 cosas con las que NO debes castigar". 


5.TÉCNICAS PARA POTENCIAR LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN

Algunas técnicas muy usadas son:

-Economía de fichas.

-Ejercicios de inteligencia emocional:

Le contamos al niño situaciones que pueden desencadenar problemas de frustración y que le pasan a otro niño (un niño imaginario, un amigo, un compañero... en caso de ser conocidos, deberemos elegir un niño que sirva como buen modelo). Hablamos, posteriormente, de las respuestas que el niño puede llevar a cabo, y sus ventajas.

Por ejemplo:

"Imagínate que Martín está cenando y tiene un helado de postre. Él quiere el helado ya, pero primero debe terminarse todo el plato. ¿Que puede hacer Martín?"

Posibles alternativas:

"-Enfadarse: No es bueno, porque tanto Martín como sus papás pasarían un mal momento, llorarían mucho y quizás los padres le castigarían sin el helado.
-Pedirlo por favor: Puede ser una buena opción, pero tenemos que pensar otra por si no lo consigue así.
-Terminarse lo del plato, o comer un poco más hasta que los padres se lo den. Esta puede ser la solución más buena.

-Aprender a reconocer emociones. 

Para ello podemos usar caras que expresen emociones diferentes y jugar con el niño a "adivinarlas". Posteriormente, podemos preguntarle que emociones nos hacen sentir bien y que emociones nos hacen sentir mal. Una vez tengamos claro este punto, asociaremos las emociones que nos hacen sentir mal con los comportamientos que el niño tiene. 


Trabajar la tolerancia a la frustración puede ser costoso, pero si se realiza bien da muy buenos resultados. Te animo a que lo intentes y, en el caso de no poder realizarlo, busques ayuda profesional. 



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Realizo mis consultas a domicilio (Valencia, España), para mayor comodidad del paciente. 
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MIREIA NAVARRO
Licenciada en Psicología CV10836
Servicio de psicología domiciliaria (Valencia, España).
Servicio registrado en el Registro Autonómico de Centros, Servicios y Establecimientos Sanitarios de la Comunidad Valenciana Nº12.726

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