5 ASPECTOS QUE NECESITAS SABER DEL TDAH.

El TDAH, o TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD, está en boca de todos. Algunos dicen que estamos ante el trastorno del siglo XXI, mientras que otros afirman rotundamente que se trata de un síndrome inventado y por tanto, inexistente. Pero, ¿sabemos que es exactamente? ¿Sabemos que hacer si sospechamos que nuestr@ hij@ pueda sufrirlo? ¿Que repercusiones puede tener si no se inicia tratamiento psicológico? ¡Aquí te lo cuento!

1-¿Qué es el TDAH?

Cuando hablamos del TDAH nos referimos al TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD. Su base es neurobiológica y aunque tiene valor crónico, va evolucionando con la edad. Si no se ofrece tratamiento psicológico, puede desencadenar graves problemas de comportamiento a medida que pasan los años. 

Este trastorno afecta entre un 5 y un 10% de la población infantil. Un 60% de estos casos mantiene el trastorno en la edad adulta. 

El TDAH se transmite genéticamente, pero en su aparición influye también el ambiente que rodea a la persona. 



2-Síntomas del TDAH.

Es cierto que la sintomatología de cualquier trastorno puede variar según la persona que lo padece y sus características personales, no obstante, todo trastorno suele seguir unas directrices básicas que son las que ayudan a los profesionales a iniciar los diagnósticos. 

En este sentido, los síntomas del TDAH más observados son:

1.Déficit de atención:

-El niño es incapaz (o le cuesta mucho) centrar su atención en actividades sencillas durante largo rato.
-Su atención es poca y comete errores frecuentes en tareas. Estos errores no pueden ser explicados por falta de conocimientos, si pueden serlo por despiste.
-Evita hacer tareas que requieran cierto esfuerzo mental.
-Tiene dificultad para organizar sus tareas.
-Pierde constantemente objetos propios, necesarios en su día a día (la chaqueta, el estuche, los libros...). De la misma manera, se le olvida realizar sus actividades diarias.
-A veces parece no escuchar cuando se le habla.
-Se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
-Le cuesta realizar una tarea en la que deba poner en practica varias actividades a la vez

2.Hiperactividad

-El niño es muy movido, mueve brazos y pies sin parar. 
-No es capaz de permanecer sentado sin moverse durante un rato, se mueve mucho en su silla. 
-Realiza conductas no adecuadas (correr, saltar) en momentos en los que no proceden.
-Le resulta difícil jugar con los demás niños de manera relajada.
-Habla más de lo normal.
-Le cuesta respetar los turnos de juego y de palabra. Se adelanta a los turnos de los demás. 

3-Impulsividad

-El niño se rige por gratificaciones inmediatas, no sabe esperar gratificaciones demoradas, aunque estas sean más atractivas. 
-Actúa sin pensar.
-Habla sin esperar su turno de palabra, corta preguntas, habla en momentos inadecuados. 
-Interrumpe a los demás y/o se mete en asuntos ajenos. 
-Se muestra muy impaciente, pierde rápido la paciencia.
-Tiene tendencia a destrozar cosas, sean suyas o de los demás.
-Está continuamente irritado
-Se mete en peleas de manera constante, tiene mal perder.




3-¿El TDAH se debe de tratar? ¿Cómo puedo tratarlo?

Evidentemente, el TDAH se puede (y debe) tratar.

Respecto a su tratamiento, encontramos dos vías que, si bien por si solas pueden dar efectos positivos, su combinación produce mejores resultados.

-Tratamiento médico: El TDAH puede medicarse, siempre a criterio de los padres y/o tutores del menor. En trastornos suaves, puede no ser necesaria su medicación. 
-Tratamiento psicológico: El TDAH puede ser tratado por el psicólogo familiar. Generalmente, el tratamiento psicológico produce muy buenos resultados. 

Si sospechas que tu hij@ cumple los criterios para su diagnóstico, puedes ponerte en contacto con un psicólogo para realizar un diagnóstico y empezar el tratamiento. Cuanto antes lo hagas, antes podrás frenar las repercusiones que puede tener en un futuro.  




4-¿Que repercusiones tiene el TDAH?

En edad pre-escolar:

Alteraciones del comportamiento: Llorar demasiado, movimientos bruscos desde bien pequeño, imposibilidad para mantener la atención y/o realizar una actividad por un tiempo prolongado.

En edad escolar:

Problemas de comportamiento más graves. Su impulsividad puede dificultar las relaciones con los iguales, por lo que también puede aparecer problemas en la interacción social.
La falta de atención puede provocar problemas académicos, y estos pueden disminuir su autoestima.

En edad adolescente:

Los problemas académicos y de interacción social siguen arrastrándose desde la edad escolar, así como sus problemas de autoestima. Sus compañías pueden ser un problema, pues serán afines a sus problemas. Puede iniciarse en consumo de drogas y tener problemas legales. 

En edad adulta:

Sigue arrastrando los problemas anteriores; falta de autoestima, relaciones interpersonales insanas, problemas laborales. 

Los problemas de autoestima derivados de la pobre ejecución de las tareas escolares y/o laborales, pueden traer otros tipos de problemas, como ansiedad, depresión, abuso de sustancias... Por ello es necesario ponerse en manos de especialistas e iniciar el tratamiento psicológico cuanto antes. 



5-No confundamos términos: 

Un niño maleducado no es un niño con TDAH. 
No todos los niños con TDAH son maleducados. 
No todos los niños maleducados tienen TDAH.

El TDAH no es sinónimo de "poca inteligencia":
El TDAH no afecta cuantitativamente a nuestras facultades, las afecta cualitativamente. 
No necesariamente se relaciona con poca inteligencia, más bien con un procesamiento diferente de la información.

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MIREIA NAVARRO
Licenciada en Psicología CV10836
Servicio de psicología domiciliaria (Valencia, España).
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