Con el curso escolar recién empezado, seguro que much@s de vosotr@s andáis pensando que actividades extraescolares pueden ser las apropiadas para vuestros hijos durante este curso. Alternativas hay muchas; si no son dentro del centro escolar, fuera de él. Ahora bien; debemos tener en cuenta que no necesitamos sobrecargar a los niños de actividades, pues esta sobrecarga puede tener consecuencias negativas. ¿Quieres saber cómo gestionarlo? ¡Sigue leyendo!
"Por fin mi hijo puede ir al cole. Ya estaba aburrido de tantas vacaciones, y yo hasta arriba". En estos primeros días de cole he escuchado esto de varias mamás que esperaban como agua de mayo la vuelta al cole de sus hijos. Y con mucha razón. La verdad es que el verano siempre se hace muy largo, los niños se aburren como ostras de tanto tiempo libre, y aunque tengamos un arsenal de actividades a realizar para ellos, se cansan rápidamente. Los padres no solo sufren las irritaciones de este cansancio, sino que además deben amoldar su día a día durante casi tres meses a ellos. Y muchas veces, ya sabemos que congeniar actividad laboral y familiar no es del todo fácil ni posible.
Bien, vuelven al cole. Y la lista que se nos despliega cada dos por tres de posibles actividades extraescolares es bien extensa. Desde las circulares del colegio informando de los tipos de actividades contratadas para ellos, hasta los carteles colagos en las fachadas de las academias de formación, pasando por gimnasios y demás. Y a ti, como madre/padre, te gustaría que tu hij@ cursara algunas de estas actividades para enriquecer su salud y/o su cultura.
Difícil tarea la de elegir, que aquí te facilito un poco.
Aspectos a tener en cuenta respecto a las actividades extraescolares:
1-¿Quién las elije?
La primera idea que debemos pensar a la hora de escoger las actividades extraescolares es: ¿Quien va a cursarlas? Lógicamente, nuestr@ hij@.
Por ello mismo, la decisión no solo deberá ser nuestra; su opinión deberá contar... por lo menos, al 50%.
Siendo que las actividades extraescolares se dan tras la jornada escolar, much@s son los niñ@s que las empiezan cansados. Sobre todo si no han dormido bien la noche anterior o si han tenido una sobrecarga notoria de aprendizaje (algo muy frecuente últimamente en muchos colegios). Si la actividad a la que se enfrentan no les gusta, será para ellos más estorbo que ventaja. Y este no es el objetivo de estos tipos de actividades.
2-¿Cómo elegirlas?
La elección debe depender de las necesidades de cada persona. Por ejemplo, si nuestr@ hij@ necesita moverse más de lo que de por si ya lo hace para hacerle frente al sobrepeso, una actividad deportiva vendría muy bien. Para que sea verdaderamente motivante, podemos dejarle elegir que deporte quiere realizar.
Existen casos en que las actividades extraescolares se usan para reforzar asignaturas de rendimiento pobre, como los idiomas (generalmente inglés). En estos casos, en los que no es posible elegir, debemos de asegurarnos que la dinámica de estas clases sea divertida. Si no, perderá totalmente su función.
Si no existe preferencia por ninguna categoría en especial, la elección puede ser elegida totalmente por nuestr@ hij@.
3-Lo que debemos de esperar de las actividades extraescolares. ¿Diversión o aprendizaje?
Las actividades más motivantes para los niñ@s son aquellas que más les gustan. Y se supone que una actividad extraescolar, que se sitúa fuera de las competencias educativas (de las que ya se encarga el colegio) tiene como principal prioridad la de divertir, a la par que la de enseñar. Pero, teniendo en cuenta que la enseñanza básica ya la realiza el colegio, quizás deberemos darle más prioridad a la tarea de divertir que a la de enseñar (sin olvidar, por cierto, que lo que se aprende de manera divertida cala más hondo).
4-¿Que beneficios tienen las actividades extraescolares?
Las actividades extraescolares no son obligatorias. Su nombre ya lo dice; son actividades "extra". No pasa nada si nuestro hijo no cursa ninguna, pero puede ser muy interesante que lo haga. Son muchos los niños que las cursan, y que además, están muy contentos con ellas.
Estar apuntado a una actividad extraescolar tiene beneficios para el niño:
-Con ellas, refuerza diferentes habilidades (conocimientos, deporte, razonamiento... según cual sea la actividad).
-Ayudan al niño a organizarse mejor: Generalmente, las actividades extraescolares tienen un horario muy marcado. Las hay de diferentes días semanales, pero todas las semanas transcurren en los mismos días y en los mismos periodos de tiempo. Teniendo en cuenta que los niños necesitan rutina para sentirse seguros, esta categorización del tiempo les sirve de gran ayuda.
-Les ayudan, además, a relacionarse con otros niños. Ya sean compañeros de clase que se han apuntado también, o conocer a los nuevos compañeros. Les puede servir, también, para aprender a trabajar en equipo.
-Aprenden otras formas de divertirse fuera del colegio. Sobre todo, aprenden que el juego es un método de aprendizaje muy poderoso.
-Pueden aprender actividades que verdaderamente les gusten y que no estén incluidas dentro del currículo escolar (como por ejemplo, aprender alemán, tocar el violín...)
5-¿Cuantas actividades extraescolares son las adecuadas?
Aquí llegamos al kit de la cuestión. Estamos ante una pregunta que realizan muchos padres y que, si no se contesta adecuadamente, puede tener más desventajas que ventajas.
Si bien una actividad extraescolar de dos tardes a la semana puede ser beneficiosa para los niños (o dos actividades extraescolares de un día semanal cada una), no debemos sobrecargarlos de más tardes con actividades. Por una simple razón: Las actividades extraescolares son complementos a las actividades escolares, "extras" que el niño puede realizar si quiere. Pero no deben quitar tiempo a las actividades verdaderamente importantes, que son: tener tiempo para si mismos, atender a las demandas escolares (hacer deberes y estudiar), pasar tiempo con sus padres y familiares. En el momento en que una actividad tenga que quitar tiempo de estas actividades, no será efectiva. Por motivos obvios.
Día a día me encuentro con niños muy sobrecargados. Niños que tienen tantas actividades extraescolares que no les queda otra que aprovechar las horas posteriores a la cena para realizar las tareas escolares. Generalmente, llegadas estas horas los niños están muy cansados, no rinden lo suficiente y les cuesta realizar dichas actividades mucho más de lo que lo harían a media tarde. No solo eso; realizarlas les quita tiempo de dormir, por lo que al día siguiente están más irritables, aprenden de manera "peor" y se forma un círculo vicioso que no beneficia a nadie.
Lo peor de todo es lo siguiente: alguna vez le he preguntado a uno de estos niños "¿cuando tienes tu ratito de jugar?". Algunos de ellos no lo saben. Y no lo saben porque no lo tienen, o por lo menos, no siempre.
En estos tipos de casos, las actividades extraescolares restan en vez de sumar.
¿Creéis que es conveniente llegar a este punto?
--------------------------------------------------
MIREIA NAVARRO
Licenciada en Psicología CV10836
Servicio de psicología domiciliaria (Valencia, España).
Psicóloga online.
CONTACTO:
601293025
m.psicologa.educativa@gmail.com
Qoolife
Licenciada en Psicología CV10836
Servicio de psicología domiciliaria (Valencia, España).
Psicóloga online.
CONTACTO:
601293025
m.psicologa.educativa@gmail.com
Qoolife
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras. Estoy encantada de leerte. ¡Respondo!