LLEGA FINAL DE CURSO: RECOMENDACIONES PARA MEJORAR EL ESTUDIO.

Seguro que muchos estudiantes andan nerviosos, ahora que llega final de curso; queda dar el último esfuerzo, aunque ya estén cansados y crean que el último empujón será más cansado todavía...

En mi experiencia profesional como psicóloga educativa me suelo encontrar ideas equivocadas sobre el acto de ESTUDIAR, lo cual lleva a realizar esta acción de manera errónea; lo que a su vez llega a gastar mucha energía; y lo peor de todo, no siempre termina con los resultados esperados. Veo a muchos estudiantes que estudian largas horas, días y noches enteras, para conseguir una nota que no llegan a conseguir. Es lo que hoy en día se denomina FRACASO ESCOLAR.

El FRACASO ESCOLAR suele darse en todos los niveles educativos, no obstante es más grave en niveles de Educación Secundaria o superiores, pues es a partir de esta etapa donde las exigencias de aprendizaje son más fuertes, así como el material a aprender más denso y numeroso.

La mayoría de estos casos podrían mejorar con sólo tener en cuenta unas recomendaciones básicas que llevar a cabo a la hora de ponerse a estudiar. Establecer unos hábitos de estudio saludables pueden hacer que, con el mínimo esfuerzo, el rendimiento de nuestros hij@s (o el de nosotros mismos, si somos estudiantes), aumente y esto se refleje en los resultados académicos.

RECOMENDACIONES BÁSICAS A LA HORA DE ESTUDIAR:

Espacio:

Un buen estudiante necesita un buen espacio para estudiar. ¿Que debe tener un buen espacio?

Ser lo suficientemente cómodo para que la persona se sienta cómoda.
Ser espacioso y libre de objetos.
Todo lo que vayamos a usar (diccionario, bolígrafos, papel...) debe de estar a nuestro alcance, de manera que lo podamos alcanzar sin levantarnos de la silla, pero no debe entorpecer nuestro espacio de estudio.
Tener luz natural y luz artificial. Por ejemplo, estar cerca de una ventana para aprovechar la luz natural del día, y tener una lámpara de estudio con luz directa para cuando necesitemos estudiar cuando no haya luz. Estar libre de ruidos. Para ello, instala este rincón en la zona más silenciosa de la casa.
Estar libre de tránsito de gente: NI EL COMEDOR, NI LA COCINA SON BUENAS ZONAS PARA ESTUDIAR, pues generalmente suele haber gente y objetos distractores.

Organización:

La organización del tiempo es fundamental para conseguir buenos resultados. Si tenemos una buena organización, tendremos la mitad del éxito asegurado. Desde mi perspectiva profesional, este es el campo en el que much@s estudiantes suelen fallar y en el que más debo intervenir para subsanar estos problemas.

¿Cómo organizarnos bien?

Estableciendo un horario de estudio, realista y realizable. La duración de este horario puede ser larga (si se trata de un horario que vamos a llevar para todo el curso), o corta (si es un horario que nos hemos creado para estudiar un examen en concreto). Sobra decir que los horarios están para realizarlos, así que eso es lo que deberemos hacer con él; realizarlo.
Para establecer nuestro horario deberemos contabilizar las horas que podemos dedicar al estudio en casa. Si no tenemos muchas horas, estableceremos prioridades (y ya sabemos que el estudio es una prioridad).
De la misma manera que es perjudicial para nuestro rendimiento no dedicar las suficientes horas al estudio, también lo dedicar demasiadas; no es bueno estudiar muchas horas seguidas, pues nuestra mente puede colapsarse y el esfuerzo no nos servirá de nada. Nuestro horario, por tanto, debe contener horas de estudio y horas de ocio, de manera equilibrada.
Empezaremos a llevar a cabo el horario con la antelación necesaria para que nos dé tiempo a aprender toda la materia que necesitamos aprender. Este tiempo de antelación lo estableceremos según la materia y nuestra facilidad/dificultad a la hora de estudiar. Para ello es necesario ser plenamente consciente de la materia que engloba el examen y de nuestras capacidades.

Fuera objetos estimulantes:

Es importante que, a la hora de estudiar, dejemos los objetos estimulantes fuera de nuestro alcance. Teléfono móvil, ordenador, televisión... no deben de compartir habitación con nosotros. El simple pensamiento de que nos puede sonar el móvil puede desviar nuestra atención. Mucha gente recurre a las bibliotecas para evitar estas tentaciones.
Por cierto, si queréis estudiar con música, se ha demostrado que la música clásica (sin lenguaje) mejora la concentración, mientras que el lenguaje distrae a la mente (se esfuerza en buscarle significado, aunque esté interpretada en otro idioma, y por tanto "roba" la atención).

¿Cuando y cómo estudiar?

Deberemos empezar a estudiar con la suficiente antelación para llevar a cabo el estudio de manera ordenada. Por ello mismo, no es bueno darnos los "atracones" (estudiarlo todo en un día) o pasar la noche anterior al examen estudiando sin dormir nada.

Un atracón consume mucha energía, genera mucho estrés y merma nuestras capacidades personales (nos crea dudas acerca de si conseguiremos pasar el examen o no). Una noche de estudio, además de compartir estas características, nos roba horas de sueño esenciales para el descanso y la codificación de información (¿sabías que el sueño ayuda a memorizar e interiorizar lo estudiado?).

Veamos un ejemplo: Imaginemos que tenemos una estantería y muchos objetos para meter en ella. Si tenemos suficiente tiempo para meterlos, lo haremos de manera ordenada. Si tenemos poco tiempo para ello, lo haremos rápido y la estantería quedará desordenada. ¿En qué estantería podremos encontrar antes cualquier objeto que busquemos? ¿En la ordenada, o en la desordenada?

Nuestra mente funciona de la misma manera. Cuando estudiamos, metemos información que, una vez haciendo el examen, deberemos encontrar. Si la introducimos de manera ordenada, nos será más fácil llegar a ella.

Deberemos establecer nuestras horas de estudio en esos momentos en que el cuerpo no esté consumiendo demasiada energía. Por ejemplo; deberemos evitar las horas de digestiones, pues el trabajo que en ese momento realiza el organismo nos "robará" energías. El momento más recomendado es por la mañana, o a media tarde. Las noches son para dormir, pues el sueño ayuda a codificar la información. Es importante, por ello, que nuestras noches tengan una media de 8 horas de sueño.

Respecto al "como estudiar", deberemos ser conscientes de que muchas veces no estudiamos de la manera apropiada y esto nos influye en nuestro rendimiento. Un buen estudio debe de tener diferentes fases de tratamiento de la información:

-Lectura rápida

-Lectura comprensiva

-Subrayado

-Resumen

-Esquema

-Memorizado/comprensión

-Repaso

Y cuando estemos aburridos pero no es nuestra hora de estudio... ¿Podemos seguir aprendiendo? ¡SI! Podemos elegir juegos que mejoran nuestras habilidades; de esta manera, seguiremos entrenando nuestro cerebro para que nuestras horas de estudio sean aún más provechosas. ¿Sabes que juegos son? ¡ESTOS!

Es especialmente importante inculcar todas estas recomendaciones desde el principio; si establecemos estos hábitos de estudios en los más pequeños desde que empiezan a estudiar, podemos tener por seguro que de mayores van a continuar con ellos.

El estudio es una tarea ardua, pero con motivación y estas pautas básicas, no hay excusa para conseguir buenos resultados.

¡Suerte a tod@s!