miércoles, 30 de abril de 2014

ESTRÉS POSTVACACIONAL. ¿QUE ES Y CÓMO PODEMOS SUPERARLO?

¡Buenos días!

Aprovechando que ya se han terminado las ansiadas vacaciones de Pascua y que toca volver a nuestros quehaceres diarios (trabajo y/o estudios), hoy trataremos un tema que suele darse en los primeros días de vuelta a las obligaciones: el ESTRÉS POSTVACACIONAL o SÍNDROME POSTVACACIONAL


Quien más y quien menos, ¿quién no lo ha sufrido? Todos hemos tenido pereza a la hora de dejar atrás los días de relax y ponernos de nuevo manos a la obra. No obstante, existen formas de evitar que este estrés sea excesivo.



¿A QUE LLAMAMOS ESTRÉS POSTVACACIONAL?


El SÍNDROME POSTVACACIONAL o ESTRÉS POSTVACACIONAL es un proceso de estrés que se produce durante los días posteriores a un periodo de vacaciones, coincidiendo con la reincorporación al trabajo, estudio o demás obligaciones que podamos tener. Su nombre lo describe muy bien: Post-Vacacional (tras las vacaciones). 

En él, el organismo sufre ESTRÉS (mecanismo de defensa ante una situación que resulta amenazante y ante la cual la persona no tiene garantías totales de poder solucionar satisfactoriamente). 

El ESTRÉS POSTVACACIONAL es normal tras estos periodos en los que el ritmo y actividades de nuestro día a día han ido cambiando, muchas veces de manera brusca. Al tener que reincorporarse a la vida normal, este cambio vuelve a darse (muchas veces, también, con la misma brusquedad) y esto es lo que facilita su aparición. Por cierto, no solo ocurre en los adultos, sino también puede aparecer en los niños cuando se reincorporan al colegio tras un periodo de vacaciones.

Este tipo de estrés demanda unos días de adaptación. Una vez transcurridos estos días, la norma dice que los mecanismos que provocan el estrés deberían ir remitiendo. Si no es así y estos perduran, puede que haya llegado el momento de buscar ayuda profesional. 


Síntomas del estrés postvacacional

El estrés postvacacional tiene la siguiente sintomatología:

A nivel congitivo:

-Apatía por el día a día
-Pereza al realizar las actividades laborales, escolares...
-Tristeza
-Irritabilidad
-Problemas de concentración

A nivel físico:

-Cansancio
-Problemas de sueño
-Dolores musculares
-Fatiga


Consecuencias que puede tener el estrés postvacacional

Sabemos que el estrés, en dosis justas, es beneficioso para la salud; un cierto nivel de estrés permite mantenernos en alerta y realizar nuestras actividades con la atención necesaria para que nuestro desempeño sea óptimo. Ahora bien, dosis altas de estrés juegan en nuestra contra, sobre todo si se mantienen en el tiempo.

A largo plazo, el estrés puede presentar problemas psicológicos (trastornos de ansiedad, depresión, falta de autoestima, sentimientos de invalidez...) así como problemas físicos (arritmias y otros problemas cardíacos, pudiendo provocar bloqueos del Sistema Nervioso Central e incluso infartos).

Es importante, por ello, visitar a un especialista cuando notemos que nuestro nivel de estrés está afectando a nuestra vida personal y a nuestro día a día. Por ejemplo; cuando el estrés es tan alto que nos impide desempeñar bien nuestro trabajo; cuando el estrés nos irrita tanto que ponemos en peligro nuestras relaciones; cuando notemos dolores agudos que antes de sufrir estrés no notábamos...


¿Cómo podemos evitar el Síndrome postvacacional?

Evitar el estrés postvacacional es posible y es, además, muy sencillo. Deberemos tener en cuenta, antes de ponernos manos a la obra, que eliminar absolutamente todo el estrés es imposible y además, contraproducente (ya hemos visto que el estrés, en dosis justas, es beneficioso).

Por tanto, intentaremos eliminar solo el estrés sobrante, ese que podemos denominar "dañino" para nuestro organismo, nuestra psicología y nuestra salud.


¿Que podemos hacer?

-Las medidas más importantes que llevaremos a cabo para evitar el estrés postvacacional, y que nos aliviarán por si solas gran parte del problema, serán aquellas referidas a la adaptación

Nuestro día a día nos exige un ritmo de vida particular y muy monótono en horarios, costumbres y hábitos. Y es que el trabajo condiciona todo nuestro día a día, amoldamos los horarios de vida diaria a nuestro horario de trabajo; nos levantamos a una determinada hora, desayunamos, almorzamos, merendamos, cenamos, nos acostamos... según nuestro horario de jornada de trabajo. Nuestro organismo (y nuestra mente) se acostumbran a vivir de este modo, y así están viviendo durante gran parte del año.

Pero en el primer día de vacaciones todo cambia, y generalmente, de manera brusca. Puede que la noche anterior nos hayamos acostado tarde. Y esto mueve, de la noche a la mañana, todo nuestro ciclo. Si esto ocurre al principio de las vacaciones no suele crear sintomatología en el organismo (y si la crea, al tener tiempo libre, se hace "más llevadera"). Pero esto también ocurre cuando toca volver al trabajo; el organismo ha perdido ya el ciclo normal y de la noche a la mañana debe volver a recuperarlo sin apenas espacio de tiempo para ajustarse. Es aquí donde viene el problema, porque nuestro trabajo no nos deja tiempo para ajustarlo poco a poco.

La solución, entonces, viene por dejar unos días para ajustar dicho horario, sobre todo el referido al sueño. Una medida eficaz puede ser establecer unos días antes de la vuelta al trabajo como "días de adaptación". En ellos, iremos regulando nuestro horario diario al horario que llevaremos cuando nos reincorporemos al trabajo. Por ejemplo; acostarse cada día un poco antes hasta ajustar la hora, y lo mismo ocurre con las comidas. 

La solución más importante es volver a ajustar el desajuste de horarios que las vacaciones nos han permitido, unos días antes de volver al trabajo. Este ajuste debe ser programado y deberemos dejarnos el tiempo suficiente para que el reajuste sea óptimo.

-Ir bajando, poco a poco, el nivel de intensidad de nuestros días para recuperar fuerzas y volver a nuestros quehaceres de manera relajada, y no agotados... Por ejemplo, si nos hemos ido de vacaciones a otro lugar, no es necesario volver el último día de vacaciones, sino un par de días antes para poder tomarse los últimos días de manera relajada.  Las vacaciones deben ser para descansar, ¿no?

-Las vacaciones no solo deben ser para descansar nuestro cuerpo, sino también nuestra mente. De la misma manera que no pisamos nuestro centro de trabajo en esos días, también deberemos evitar pensar demasiado en él. Así airearemos la mente y cogerá fuerzas para seguir adelante cuando volvamos. 

No obstante, de la misma manera que nuestro cuerpo ha de adaptarse poco a poco, nuestra mente también lo debe hacer. Para ello, empezaremos unos días antes a visualizar nuestro centro de trabajo y a tener pensamientos positivos respecto a él (volver a reencontrarse con nuestros compañeros, volver a sentirse productivo, seguir teniendo la oportunidad de demostrar nuestra valía...). 

-Prohibido tener pensamientos negativos. ¿Quien no ha pensado, una vez ya trabajando, cuanto tiempo le queda para volver a disfrutar de las vacaciones? Generalmente queda casi un año y esto parece taaaan lejano... Pero, ¿y los días semanales en los que no trabajamos? ¿No reparamos en ellos? ¿Acaso no sirven para descansar, coger aire y volver a empezar? 

Los pensamientos negativos no solucionan nuestro estrés, más bien lo agrandan. Cambiar estos pensamientos negativos por otros positivos puede ser muy beneficioso (por ejemplo, centrarnos en los días que quedan para nuestros días semanales festivos en vez de hacerlo en las próximas vacaciones).



Todas estas medidas prepararán nuestro cuerpo y nuestra mente para la vuelta de las vacaciones, y harán que nuestro estrés postvacacional sea mínimo.

Os animo a tod@s a realizarlas y a comprobar sus resultados. Recordad que un cierto nivel de estrés es bueno para el organismo, y que un estado de estrés incapacitante es señal de necesidad de búsqueda profesional. 

Hasta aquí mi entrada, espero que os haya resultado de ayuda. 

Por último os dejo enlazada otra entrada que tiene que ver mucho con el tema: IDEAS PARA HACER LA VUELTA AL COLE MÁS LLEVADERA. Muchas de las ideas que expongo en ella pueden servir también para los adultos. 

¡Hasta la próxima!






MIREIA NAVARRO
Licenciada en Psicología CV10836
Servicio de psicología domiciliaria. Intervención en contextos naturales (Valencia, España).


CONTACTO:
601 293 025
m.psicologa.educativa@gmail.com
www.facebook.com/mnavarro.psicologaenvalencia 
mnavarropsicologa.blogspot.com.es







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